Las colmenas de abejas son vitales no solo para la producción de miel y otros productos apícolas, sino también para la polinización de una amplia variedad de cultivos. En los últimos años, la importancia de la apicultura ha cobrado una mayor relevancia mundial debido al papel esencial que desempeñan las abejas en la sostenibilidad alimentaria y la biodiversidad. Algunos países, conscientes de este rol fundamental, han promovido activamente la cría de abejas, estableciendo un número significativo de colmenas que benefician tanto a la producción agrícola como al medio ambiente.

Sin embargo, en las últimas décadas, el aumento en el uso de pesticidas, la pérdida de hábitats naturales y el cambio climático han planteado serios retos para la apicultura. Estas amenazas han hecho que algunos países adopten medidas de protección para sus colmenas y promuevan prácticas de apicultura sostenible.