El petróleo, apodado «oro negro», ha sido durante décadas uno de los recursos más codiciados y estratégicamente importantes a nivel mundial. Las reservas de petróleo, que representan las cantidades recuperables de crudo identificadas en un país, no solo son un indicador de riqueza natural, sino también un factor crucial en la configuración de la economía global y las políticas internacionales. Los países con mayores reservas de petróleo suelen ejercer una influencia significativa en los mercados energéticos y, en muchos casos, en la geopolítica mundial.

Venezuela lidera la lista mundial con reservas comprobadas que superan los 300 mil millones de barriles, ubicadas principalmente en la región de la Faja Petrolífera del Orinoco. A pesar de esta abundancia, el país enfrenta desafíos estructurales y económicos que limitan su capacidad para explotar todo su potencial petrolero. Arabia Saudita, por otro lado, es un gigante consolidado en la producción y exportación de crudo, con vastas reservas en campos como Ghawar, el mayor del mundo.