A lo largo de la historia de la humanidad, las guerras han sido uno de los principales motores del sufrimiento y la devastación, dejando a su paso millones de muertos y un legado de dolor que perdura generaciones después. Algunas de las guerras más mortales, libradas tanto en la antigüedad como en tiempos más recientes, han cambiado el curso de la historia y alterado radicalmente las estructuras sociales y políticas de los países involucrados. Estas confrontaciones no solo han involucrado a ejércitos, sino también a poblaciones enteras, con millones de personas perdidas en el conflicto.

Las guerras más mortales de la historia se caracterizan por su enorme escala y la cantidad de vidas que cobraron. La Segunda Guerra Mundial, por ejemplo, es la más letal de todas, con una cifra estimada de más de 70 millones de muertos, abarcando combates, bombardeos, genocidios y la devastación de ciudades enteras. Otros conflictos como la Primera Guerra Mundial, la Guerra Civil China y las Guerras Napoleónicas también dejaron un saldo de muerte inimaginable, llevando a una reflexión global sobre los horrores de la guerra y la necesidad de evitar tales enfrentamientos en el futuro.