Las cabras son animales de gran importancia en muchas regiones del mundo, conocidas por su adaptabilidad a terrenos difíciles, su resistencia y su capacidad para prosperar en climas áridos y montañosos donde otras especies ganaderas tendrían dificultades. Debido a su valor en la producción de carne, leche y cuero, las cabras son esenciales para la subsistencia de muchas comunidades rurales y desempeñan un papel crucial en la economía de varias naciones. Algunos países destacan por tener grandes poblaciones de cabras, lo que refleja su dependencia de esta especie en su agricultura y en sus prácticas de ganadería de pequeña escala.

La distribución de la población de cabras en el mundo depende en gran medida de factores como el clima, la geografía y la cultura ganadera de cada región. En zonas como Asia, África y partes de América Latina, las cabras son fundamentales para la economía familiar, especialmente en áreas rurales, donde se utilizan tanto para la obtención de productos lácteos y cárnicos como para la comercialización de su piel. Además, la leche de cabra es una fuente importante de nutrientes, y en algunas regiones se considera una alternativa saludable y accesible a la leche de vaca, especialmente para aquellos con intolerancia a la lactosa.